Con el accidente de Ortega Cano, seguido a todo momento por el mundo televisivo, ha quedado bastante clara la mentalidad de muchos españoles. Esta multitud de la que hablo, en la que se encuentra mi propia madre, expresan máximas como.."Pobre hombre, lo mal que lo habrá pasado en el hospital", "Con lo bien que me cae y mira lo que le ha pasado". ¿Cómo que pobre hombre? ¿Cómo que te cae bien, acaso lo conoces?
Entiendo que las personas sientan empatía unas por otras y también que no deseen el dolor ajeno pero, ese "pobrecito" alcohólico que conocía sus problemas con la bebida no dudó en conducir hebrio. Atropelló a otro ser humano que perdió la vida y muy pocos han dicho: "pobre hombre anónimo que murió atropellado", ni si quiera la television ha dado cavida al duelo de la familia.
Habitamos un mundo en el que se prioriza la fama y el dinero. Las vidas de los famosos al ser públicas llegan a toda la población y ésta, en lugar de preocuparse por sus problemas o por los de personas que realmente necesitan ayuda, se aflige por los adinerados o, simplemente, por personajes que han vendido su vida. ¿Qué ganamos con ello? Horas de entretenimiento seguro pero, también horas de engaño y frustración.
